jueves, 10 de marzo de 2016

INTRODUCCIÓN A LA ALFABETIZACIÓN INICIAL

APROXIMACIÓN TEÓRICA: ALFABETIZACIÓN INICIAL
           
La presente investigación se centra en la alfabetización inicial, proceso mediante el cual los seres humanos pueden hacer uso de sus facultades físico-cognitivas, a fin de aprender  a leer y escribir, Por lo tanto no debe ser vista como un estado (Ferreiro, 1998). Cobra gran relevancia frente a las exigencias de un mundo globalizado, convirtiéndose en una necesidad tanto académica como comunicativa. Generalmente, este proceso comienza en la niñez, cuando el infante construye sus primeras distinciones de los múltiples símbolos utilizados en su lengua nativa, lo que se le denomina alfabetización inicial. Por lo tanto, es un proceso que  se refuerza en el entorno escolar y se va perfeccionando en el medio, resultando imprescindible en la cotidianidad de los individuos, debido a que requerirán de estas habilidades lingüísticas para expresarse y comunicarse.
Las autoras Ferreiro y Teberosky (1979) exponen que este proceso comienza mucho antes de que el niño haga distinción entre formas vocálicas o consonánticas. Para llegar a este punto, debe pasar por los aspectos figúrales. Aquí el infante es capaz de realizar trazos en línea recta o circular, zic zac, onduladas, etc. sin embargo, debe trascender de la “forma”, para así  incursionar en la “sustancia”, lo que  quiere decir que la escritura como proceso se construye, y para ello el niño debe trascurrir por etapas que la componen, esto es  lo que las autoras lo denominan aspectos constructivos, y para ello se apoyan en el modelo pedagógico constructivista propuesto por Piaget (1948).  Es así como Ferreiro y Teberosky (1979) plantean tres grandes períodos de los que se derivan otras subdivisiones. Inicia con el período simbólico, seguido del período de construcción de formas de diferenciación con su hipótesis cuantitativa-cualitativa, y por último el período de fonetización.
En el primer periodo el niño comienza a distinguir la escritura de otros sistemas simbólicos, es decir, lo icónico de lo no icónico, tales como dibujos,  u otro tipo de grafías. Es consciente de que para ambas se utilizan las mismas líneas pero, su modo de organización y significación es distinto. Al dibujar se está en el dominio de lo  icónico, la forma de los grafismos importan porque reproducen la figura de los objetos, mientras que al escribir  se está fuera de lo icónico, es decir, las formas de los grafismos no reproducen la figura de los objetos, ni su ordenamiento espacial reproduce el contorno de los mismos. (Ferreiro & Teberosky, 1979). Por tal razón los niños antes de inventar un nuevo sistema alfabético, optan por adoptar el sistema de escritura establecido por la sociedad, para luego pasar al periodo de diferenciación en el que centran su mayor esfuerzo intelectual.
En el segundo periodo  o construcción de formas de diferenciación,  está mediado por una etapa intra- relacional, en la que se halla la hipótesis cualitativa- cuantitativa de los infantes. Los niños piensan que para que una palabra tenga significado debe poseer mínimo tres letras (cuantitativo), pero una letras repetida tres veces no dirá nada, es por ello que debe haber variación en el interior de la palabra, es decir,  mezcla las letras que hasta ese momento conoce su grafía, aunque no asocie aun su relación sonora. En su intento por elaborar frases, o expresar significantes diferentes surge la etapa inter-relacional, donde mantiene la anterior hipótesis, pero ahora intenta crear nuevos sistemas de diferenciación entre una palabra y otra, con el fin de que signifiquen distinto.
Una vez comprende que existe una relación entre el sonido emitido y una respectiva grafía, ha alcanzado el tercer y último periodo denominado fase de fonetización. Ferreiro (1998) lo definen como “la atención a las propiedades sonoras del significante lo que enmarca el ingreso a tercer gran período de esta evolución” (p.20).  Para ello es necesario destacar que  este periodo comprende tres subdivisiones, iniciando por la silábica, luego la silábica alfabética y concluyendo con la alfabética.
La fase silábica se presenta cuando el niño descubre que la cantidad de letras de una palabra guarda relación con las partes en que está constituida oralmente. Para ellos una sílaba la representa con una letra, en especial se ve el uso de vocales. Es aquí donde empiezan a cuestionarse sobre las hipótesis que poseían en cuanto a cantidad mínima de letras que debía tener una palabra y su combinación, pues comprenden que hay similitudes sonoras en algunas sílabas y por ende se expresan con letras similares. Estos cambios permiten trascender a la fase silábica alfabética. 
 La fase silábica-alfabética, es un proceso intermedio donde se inicia la construcción de nuevos esquemas. Los niños deberán abandonar sus hipótesis previas, para abrir paso a las establecidas socialmente. Una vez ocurre esto, alcanzará la fase alfabética.la estudiante escribió palabras como piña ,baño, amor.etc

 
En la fase alfabética  hay una alta correspondencia entre la parte sonora y su grafía. Descubren a nivel cuantitativo que las sílabas no son la unidad mínima de una palabra, ya que estas pueden subdividirse en unidades más pequeñas, mientras que a nivel cualitativo se enfrenta a los problemas ortográficos. Estando en esta etapa, el infante domina la segmentación, es decir, divide mejor las palabras al escribir frases. A nivel morfosintáctico, dominan los tiempos verbales básicos, como también hace distinción de  campos semánticos. Esta teoría es apoyada por los lineamientos curriculares al tratar los procesos de construcción de significación en su cuarto capítulo.

Es necesario destacar la importancia e influencia que tiene  la manera como se conciba al niño dentro del proceso de enseñanza. Tradicionalmente se le ve como un agente pasivo, que recibe conocimiento sin ser capaz de aportar, entonces se estaría desconociendo lo que plantea Ferreiro (1998) al decir que los niños tienen la mala costumbre de no pedir permiso para aprender, pues ellos son constructores de su propio conocimiento.   Esto es precisamente lo que plantea el pedagogo y psicólogo suizo Piaget (1948), en su teoría cognitiva, donde afirma que el estudiante debe ser el centro del aprendizaje. El docente encargado de guiar el proceso de alfabetización, debe concientizarse de  su complejidad, e intentar comprender que aunque parezca sencillo, para el estudiante son etapas que su cerebro va asimilando y transformando con el tiempo.
La práctica docente influye de manera decisiva en la evolución o avance del niño en la alfabetización, pues si se concibe como un ser incapaz de producir conocimiento, el infante se mantendrá aislado y en una actitud pasiva Ferreiro (1998), de esta manera se restringe su pensamiento crítico, no pensará en el porqué de lo que hace tanto en la escritura como en la lectura. Es así como el proceso se ve impedido.  Teniendo en cuenta lo anterior, para evitar que esto suceda, el profesor debe romper con ciertas teorías que encierran la lectoescritura al plantearla como un estado, reduciéndose a la codificación y decodificación de palabras con ortografías y pronunciación impecable.  Si bien, son necesarios pero para legar a este nivel debe acontecer diversas etapas previas



REFERENTES TEÓRICOS:
Ferreiro, E. (1998) Alfabetización teoría y práctica. Siglo veintiuno, Madrid, España.
Ferreiro, E. y Teberosky, A (1979), los sistemas de escritura en el desarrollo del niño, México,  Siglo XXI.
             

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